ASTI realizó el lanzamiento oficial de sus nuevos indicadores de investigación y desarrollo agropecuario para Latinoamérica y el Caribe durante un conversatorio realizado en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el día miércoles 27 de abril.
Los datos, los cuales se encuentran disponibles en Internet y han sido compilados en un nuevo informe regional titulado “Investigación Agropecuaria en Latinoamérica y el Caribe: Un Análisis de las Instituciones, la Inversión y las Capacidades entre Países", son fruto de un extensivo trabajo de recolección de datos y análisis de indicadores de investigación y desarrollo agropecuario, en 27 países en la región de Latinoamérica y el Caribe, por el equipo de ASTI y sus aliados nacionales.
En el evento del lanzamiento, la Directora del Programa ASTI, Nienke Beintema, el Investigador Senior Asociado, Alejandro Nin-Pratt, y la Gerente de Programa, Sandra Perez, presentaron los resultados principales, describieron tendencias de productividad regionales y presentaron el nuevo sitio web de ASTI en español.
Pedro Martel, Jefe de la División de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Administración de Riesgos por Desastres, fue el encargado de las palabras de bienvenida. A su vez, César Falconi, economista principal de dicha división, y quien es un partidario clave al proyecto, realizó ofreció palabras de bienvenida y clausura, así mismo instó a una discusión abierta y dinámica.
"La cobertura de la recolección de datos para Latinoamérica y el Caribe es la más completa en la historia de ASTI", informó Beintema a la audiencia. "Entrevistamos cerca de 700 entidades gubernamentales, de educación superior y entidades sin fin de lucro".
Los nuevos datos cuentan una historia positiva sobre la región, presentado un incremento sustancial tanto en el gasto en investigación agropecuaria como en el número de investigadores (un 37 y un 20 por ciento, respectivamente) desde 2006.
Sin embargo, los expositores de ASTI hicieron énfasis en que el panorama no es rosa para todos los países. Muchos de los países de Centroamérica, las naciones de las islas del Caribe y los países andinos más pobres se están atrasando cada vez más en términos de infraestructura, niveles de inversión y capacidad, al mismo tiempo que un grupo de científicos que se acerca rápidamente a la edad de jubilación— en particular, quienes cuentan con estudios de PhD — genera preocupaciones sobre futuras brechas de conocimiento.
Nin-Pratt mencionó que muchos de los factores que llevaron a una "tormenta perfecta" de alta productividad agropecuaria en la región, sin embargo, los altos precios de los productos de primera necesidad, los cambios favorables en las políticas, las nuevas tecnologías y la inversión de parte del sector privado, no serán suficientes para sostener esta producción en el futuro.
“El futuro dependerá de sistemas de innovación eficientes”, afirmó.
Como concluyó Beintema:
“Dado el papel crítico de la investigación agropecuaria para enfrentar el cambio climático, la pobreza rural persistente y otros desafíos, es clave contar con niveles estables y sostenidos de financiamiento”.
